miércoles, 3 de abril de 2013

La hilografía de Gerardo Bandala

Gerardo Bandala Torres es el icono de la hilografía en México, entendida ésta como el arte de lograr originales imágenes mediante hilos. Ha presentado su obra un sinnúmero de veces en diferentes espacios y lugares de la república mexicana e, incluso, parte de su obra ha llegado a Estados Unidos de Norteamérica y España.

            El valor artístico de sus obras lo dan el color, la textura, la imaginación, la sensibilidad y, a través de ellas, expresa sus ideas que se plasman en un singular enredo.

            Nació en Orizaba, Ver., el 1º de junio de 1944. Hijo de Ángela Torres Flores y Guillermo Bandala Celis, creció al lado de sus hermanos Guillermo, Arturo, María Elena y Rosario.

            Comenzó haciendo retratos a lápiz en su juventud, pero descubrió, de manera oportuna, que dicha práctica no le satisfacía del todo. En cierta ocasión, al barnizar una mesa de su hogar, borró accidentalmente una figura geométrica que la misma tenía como adorno. Para corregir su error, le colocó hilos y la volvió a barnizar. Con este ingenioso remedio, descubrió una técnica artística que, con el paso del tiempo, desarrollaría de manera magistral.

            En 1970 comenzó a trabajar en la fábrica textil de Río Blanco, Ver., primero como obrero y, después, como empleado de confianza. En 1971 contrae nupcias con Victoria Corona Contreras.

            En 1980 asciende como subdirector del Departamento de Tejidos, donde tendría a su disposición hilos para sus ensayos plásticos. Sin embargo, no hurtó siquiera un metro de hilo, sólo los expropió, como revela en entrevista.

            En 1981 realizó su primer cuadro titulado “La fiesta de color”, el cual mostró a su amigo Juan Laredo Acuña, quien, al verlo, expresó una profunda admiración por ese trabajo y lo motivó a continuar con ese incipiente arte.

            En 1986 expone en la Escuela Superior de Ingeniería Textil del Instituto Politécnico Nacional, donde es nombrado creador de un estilo dentro de las artes plásticas: la hilografía.

            En 1990 renuncia a la fábrica para dedicarse de tiempo completo a su arte. Por  extraña coincidencia, al año siguiente, dicha empresa cerró sus puertas para siempre.

En 1992 empieza a trabajar en la Escuela Industrial de Nogales, Ver., a invitación de las maestras Blanca Nieves Larios Pastrana y Magdalena Osorio Vázquez. A la fecha, aún labora ahí.

            Durante la década de los noventa, colabora con el Instituto Mexicano del Seguro Social y con el Centro de Atención Múltiple No.15 dando clases a niños y jóvenes con capacidades diferentes. Asimismo, ha impartido talleres en reclusorios, centros religiosos y en el Centro de Rehabilitación Integral de Orizaba. No es de extrañar entonces que, recientemente, el IMSS haya denominado su trabajo plástico como hiloterapia, la cual representa un apoyo para la recuperación de personas discapacitadas.

La exploración artística de Gerardo Bandala lo ha llevado a la constante experimentación. Inició haciendo cuadros interpretativos en hilografía. Posteriormente, elaboró hiloramas (figuras rebordeadas) para satisfacer la demanda comercial. En la actualidad, realiza cuadros ensamblados, que son hiloramas dentro de una hilografía. Del mismo modo, empezó utilizando materiales como algodón, poliéster, nylon, lurex y la pliana. Al presente, usa el polipropileno, material que tiene mayor resistencia a la decoloración y al desgaste.

En cuanto a la elección de los colores, Bandala se dejó llevar, al principio, por la intuición. Hoy en día, explora los matices a través de la colorimetría y, con base en ella, manufactura sus cuadros.

Entre las exposiciones más relevantes de su amplia trayectoria, podemos enumerar las del Instituto Politécnico Nacional (1986); Museo de Antropología de Xalapa, Ver. (1991); Museo de Artes Visuales de Tehuacán, Pue. (1993); Museo del Estado de Tlaxcala, Tlax. (2003) y en el World Trade Center de la Ciudad de México (2008), representando al estado de Veracruz en la Expo Decoración y Regalo de la AMFAR.

Cabe mencionar que, en México, no hay hilografista alguno. Existen trabajos sencillos en hilo o, incluso, hiloramas en León, Guanajuato, a los que se tiene fácil acceso a través de la Internet. Y, si bien es cierto que existen tejedores artesanales en el país –como en Saltillo y Oaxaca-, los bordadores de Aguascalientes y los deshiladores de Jalisco, ninguno de ellos trabaja el sobrehilado, que es la artesanía orizabeña creada por Gerardo Bandala.

Por lo anteriormente expuesto, se puede decir que la hilografía de este artista veracruzano es un bello enredo logrado con el paciente manejo de los hilos, cuyos temas recurrentes son lo religioso y los retratos en filamento textil, y que su obra ocupa un lugar relevante dentro de las artes plásticas contemporáneas de México.