El
valor artístico de sus obras lo dan el color, la textura, la imaginación, la
sensibilidad y, a través de ellas, expresa sus ideas que se plasman en un
singular enredo.
Nació
en Orizaba, Ver., el 1º de junio de 1944. Hijo de Ángela Torres Flores y
Guillermo Bandala Celis, creció al lado de sus hermanos Guillermo, Arturo,
María Elena y Rosario.
Comenzó
haciendo retratos a lápiz en su juventud, pero descubrió, de manera oportuna,
que dicha práctica no le satisfacía del todo. En cierta ocasión, al barnizar
una mesa de su hogar, borró accidentalmente una figura geométrica que la misma
tenía como adorno. Para corregir su error, le colocó hilos y la volvió a
barnizar. Con este ingenioso remedio, descubrió una técnica artística que, con
el paso del tiempo, desarrollaría de manera magistral.
En
1970 comenzó a trabajar en la fábrica textil de Río Blanco, Ver., primero como
obrero y, después, como empleado de confianza. En 1971 contrae nupcias con
Victoria Corona Contreras.
En
1980 asciende como subdirector del Departamento de Tejidos, donde tendría a su
disposición hilos para sus ensayos plásticos. Sin embargo, no hurtó siquiera un
metro de hilo, sólo los expropió,
como revela en entrevista.
En
1981 realizó su primer cuadro titulado “La fiesta de color”, el cual mostró a
su amigo Juan Laredo Acuña, quien, al verlo, expresó una profunda admiración
por ese trabajo y lo motivó a continuar con ese incipiente arte.
En
1986 expone en la Escuela Superior de Ingeniería Textil del Instituto
Politécnico Nacional, donde es nombrado creador de un estilo dentro de las
artes plásticas: la hilografía.
En
1990 renuncia a la fábrica para dedicarse de tiempo completo a su arte. Por extraña coincidencia, al año siguiente, dicha
empresa cerró sus puertas para siempre.
En 1992 empieza a trabajar en la
Escuela Industrial de Nogales, Ver., a invitación de las maestras Blanca Nieves
Larios Pastrana y Magdalena Osorio Vázquez. A la fecha, aún labora ahí.
Durante
la década de los noventa, colabora con el Instituto Mexicano del Seguro Social
y con el Centro de Atención Múltiple No.15 dando clases a niños y jóvenes con
capacidades diferentes. Asimismo, ha impartido talleres en reclusorios, centros
religiosos y en el Centro de Rehabilitación Integral de Orizaba. No es de
extrañar entonces que, recientemente, el IMSS haya denominado su trabajo
plástico como hiloterapia, la cual representa
un apoyo para la recuperación de personas discapacitadas.
La exploración artística de
Gerardo Bandala lo ha llevado a la constante experimentación. Inició haciendo
cuadros interpretativos en hilografía. Posteriormente, elaboró hiloramas (figuras rebordeadas) para
satisfacer la demanda comercial. En la actualidad, realiza cuadros ensamblados,
que son hiloramas dentro de una hilografía. Del mismo modo, empezó utilizando
materiales como algodón, poliéster, nylon, lurex y la pliana. Al presente, usa
el polipropileno, material que tiene mayor resistencia a la decoloración y al
desgaste.
En cuanto a la elección de los
colores, Bandala se dejó llevar, al principio, por la intuición. Hoy en día,
explora los matices a través de la colorimetría y, con base en ella,
manufactura sus cuadros.
Entre las exposiciones más relevantes
de su amplia trayectoria, podemos enumerar las del Instituto Politécnico
Nacional (1986); Museo de Antropología de Xalapa, Ver. (1991); Museo de Artes
Visuales de Tehuacán, Pue. (1993); Museo del Estado de Tlaxcala, Tlax. (2003) y
en el World Trade Center de la Ciudad de México (2008), representando al estado
de Veracruz en la Expo Decoración y Regalo de la AMFAR.
Cabe mencionar que, en México,
no hay hilografista alguno. Existen trabajos sencillos en hilo o, incluso,
hiloramas en León, Guanajuato, a los que se tiene fácil acceso a través de la
Internet. Y, si bien es cierto que existen tejedores artesanales en el país –como
en Saltillo y Oaxaca-, los bordadores de Aguascalientes y los deshiladores de
Jalisco, ninguno de ellos trabaja el sobrehilado,
que es la artesanía orizabeña creada por Gerardo Bandala.
Por lo anteriormente expuesto,
se puede decir que la hilografía de este artista veracruzano es un bello enredo
logrado con el paciente manejo de los hilos, cuyos temas recurrentes son lo
religioso y los retratos en filamento textil, y que su obra ocupa un lugar
relevante dentro de las artes plásticas contemporáneas de México.